La pumita formada en la erupción culminante cayó sobre un área de aproximadamente 273.000 km², y la ceniza volcánica fue detectada hasta en San Francisco, a más de 4.000 km de distancia. La erupción arrancó gran parte del flanco sudoeste del volcán, dejando un cráter de aproximadamente 1 km de diámetro y unos 300 m de profundidad que se extiendo desde justo debajo de la cima a una altitud de unos 2.300 m.
Por la poca actividad previa en el Santa María, los habitantes locales no reconocieron la sismicidad precedente como un signo de aviso de una erupción. Al menos 5.000 personas murieron como resultado de la propia erupción, y un brote posterior de malaria mató muchos más.
Por: Camila Baigorria.
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